sábado, 9 de septiembre de 2017

LA CRÍA DE CODORNIZ Coturnix coturnix PARA PRODUCCIÓN DE HUEVOS

 

CAPÍTULO VII

 

7. PRODUCCIÓN DE HUEVOS


 

7.1. CARACTERÍSTICAS CUANTITATIVAS.

Los huevos de la codorniz pesan (en promedio) diez gramos midiendo 3.14 centímetros en su diámetro longitudinal y 2.41 centímetros en su diámetro transversal. Este peso es variable, dependiendo de la edad de las ponedoras, siendo más pequeños en las etapas del comienzo y final del ciclo de postura. Son de color blanco, cubiertos de manchas cuyos colores van desde el café al negro dándoles un aspecto agradable y llamativo a la vista.

7.2. CARACTERISTICAS CUALITATIVAS.

 

Desde la antigüedad el huevo de codorniz ha sido considerado una exquisitez culinaria por lo cual es apetecido en prácticamente todo el mundo.

 

La resistencia del huevo de codorniz es importante, pues de ella derivan claras ventajas en cuanto a su manejo (transporte y manipulación) y conservación (tiempo de conservación natural y resistencia a la contaminación del ambiente).

 

El huevo de codorniz es de mayor resistencia que el huevo de la gallina lo que significa una mayor facilidad en su manejo y conservación.

7.2.1. Contenido protéico.

Con respecto al contenido protéico se ha comprobado que un huevo de codorniz es equivalente a 100 gramos de leche, conteniendo además, una mayor cantidad de hierro que este producto. Este alto contenido protéico se debe fundamentalmente a la alta porción de yema que contiene el huevo de codorniz.

 

 

Cuadro comparativo entre la yema, la clara y la cáscara de la codorniz y la gallina.

 

CODORNIZ

GALLINA

YEMA

42,30%

31%

CLARA

46,10%

56%

CÁSCARA

11,60%

13%

 

Cuadro comparativo de nutrientes:

 

 

Codorniz

Gallina

Agua

73,40%

75,80%

Proteínas

15,60%

11,90%

Grasa

11%

12,30%

 

Por otra parte, la riqueza mineral del huevo de codorniz es completísima. Se destacan aquí los contenidos de hierro, fósforo, cloro, potasio y cobre; además en el huevo de codorniz exigen grandes cantidades de factores vitamínicos entre los que sobresalen las vitaminas A, B, E y H.

En cuanto a la composición protéica del huevo de codorniz, se observa en él un mayor valor biológico de su proteína con respecto al huevo de la gallina.



7.2.2. Curva de producción

 

En cuanto al color de la yema, es más claro que la del huevo de gallina, situándose entre 4 y 6 de la escala Roche, debido a que no se utilizan pigmentos en el pienso.

 

Parámetros productivos de algunas líneas:

      


  

7.2.3. Morfología del huevo

 


v  Forma:

 

Ovoide, ligeramente irregular en el 80% de los casos. A continuación se presentan las principales deformaciones:




v  Peso:

 

Es muy importante pues le da el valor comercial al producto y, además, determina su incubabilidad; el rango de peso está entre 9,6 y 10 g, con un coeficiente de variación de 0,8 g.

 

v  Color:

 


Depende del pigmento ofrecido en la ración, correspondiendo a una fina película que integra la cutícula de la cáscara, por lo general con manchas de color marrón oscuro distribuidas por toda la superficie de la cáscara. A continuación se presentan algunos tipos de tonalidad y su posible causa:



v  Resistencia:

 

Es otro aspecto de gran importancia en el huevo, ya que de éste dependen las posibilidades de manejo y de transporte; la resistencia normal varía entre 1 y 3 kg fuerza, medidos con un texturómetro y depende de la cantidad de calcio, fósforo y vitamina D de las raciones.

 

 

v  Estructuras:


 Son las mismas que las del huevo de gallina. Se describen a continuación:

 


 

 

v  Composición:

 

Fundamentalmente es agua, grasas, azúcares, vitaminas, proteína y sales mineralizadas.

 

La composición del huevo de codorniz, según la FAO, es la siguiente por 100 gramos de porción comestible:

  

Agua (g)

74,3

Proteínas(g)

13,0

Grasas (g)

11,1

Cenizas (g)

1,1

Fibra dietética (g)

0,0

 

Carbohidratos totales (g)

0,5

 

Carbohidratos disponibles (g)

0,5

 

Energía (kcal)

154

Calcio (mg)

64

 

Fósforo (mg)

226

 

Hierro (mg)

3,7

 

Ácidos grasos saturados (g)

3,6

Ácidos grasos monoinsaturados (g)

3,9

 

Ácidos grasos poliinsaturados (g)

0,9

 

Colesterol (mg)

844

Tiamina (mg)

0,13

 

Riboflavina (mg)

0,79

Niacina (mg)

 

0,2


 

 

 

 

 

 













7.3. PRODUCCIÓN DE HUEVOS INFÉRTILES PARA CONSUMO

En la producción de huevos para consumo, no se requiere de la presencia del macho, más aún, es mejor no tener machos con las hembras ya que los huevos infértiles se conservan mejor, por no existir posibilidad que el embrión comience su desarrollo, por lo que se aconseja tenerlos en otras jaulas pero dentro del mismo galpón, para que con su canto incentiven la postura; en este caso se recomiendan 4 machos por cada 1000 hembras

Para producir huevos para consumo, las hembras pueden alojarse en grupos de 30 a 40 en cada piso de la batería (módulo), y esta debe tener el piso inclinado a su frente libre en la parte inferior, para permitir que los huevos salgan al exterior y caigan en el reten que tiene en el fondo de la jaula, donde serán recogidos con facilidad.


7.3.1. COMERCIALIZACIÓN           

Sometida a mejoramiento genético por los japoneses durante siglos, la codorniz más utilizada para la producción de huevos es la Coturnix coturnix japonica, ya que posee altos índices de productividad (80%-95% de postura), produciendo cerca de 300 huevos en un ciclo productivo corto de postura regular (12 meses), y una excelente fertilidad y precocidad sexual (hembras a los 42 días y machos a los 55-60 días). Algunas investigaciones realizadas en la década de los setentas indicaron que los huevos de la codorniz japonesa presentan una mayor concentración de colesterol por gramo que los huevos de gallina. Con técnicas analíticas más recientes, se comprobó que el contenido de colesterol de los huevos de codorniz (1.090 mg/100 g) es similar al huevo de gallina (1.000 mg/100 g).

 

7.3.2. CONSERVACIÓN Y MERCADEO

 

Normalmente el huevo comienza a perder humedad desde el momento en que la codorniz lo pone; por esta razón, el almacenamiento debe ser lo más corto posible, por lo que no se aconseja por más de 15 días, aunque su vida útil sea de un mes. La reducción de la calidad interna de los huevos está asociada básicamente a la pérdida de agua y de dióxido de carbono durante el período de almacenamiento y es proporcional al aumento de la temperatura de la zona. La pérdida de gas carbónico lleva a la alteración del sabor del huevo como consecuencia del aumento de la alcalinidad, producto de la gran cantidad de reacciones químicas que ocurren en su interior, por causa de la degradación del gas carbónico. Así, los huevos frescos presentan pH neutro y la clara es limpia, transparente, consistente y densa, con una pequeña proporción fluida. La albúmina permite determinar la calidad del huevo cuando se quiebra sobre una superficie plana pues, a medida que envejece, aumenta la proporción líquida de albúmina en detrimento de la densidad. Un aspecto importante que ayuda a la preservación de la calidad interna de los huevos es su refrigeración en los puntos de comercialización. No obstante, algunos autores brasileros han indicado que, en las condiciones del mercado interno, 92% de los huevos son comercializados en forma natural sin ningún tipo de refrigeración. En explotaciones pequeñas es recomendable dejar los huevos en un sitio fresco, limpio y con buena ventilación. Para su mercadeo se aconsejan cajas de cartón de 12, 24 y 36 unidades, con una abertura en la parte superior cubierta con papel celofán.

 

Los empaques plásticos agilizan el proceso y dan gran visibilidad y presentación, colocándolos entre canastillas plásticas con el fin de hacer más fácil su almacenamiento y transporte.

 

       PRODUCCIÓN Y COMERCIALIZACIÓN DE HUEVOS


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