CAPÍTULO VI
6. HIGIENE Y CONTROL DE
ENFERMEDADES
6.1. HIGIENE
6.1.1. LIMPIEZA DE EQUIPO Y DESINFECCIÓN DE GALPONES
Uno de los fundamentos del
desarrollo de esta industria lo constituye el complejo de técnicas, prácticas y
faenas de manejo, en el que merece destacarse la sanidad y todo aquello que
tiene relación directa con la prevención y control de las enfermedades en las
aves. A todo esto se le denomina bioseguridad. La desinfección puede definirse
como la aplicación correcta de métodos físicos o químicos tendientes a eliminar
todas las fuentes de infección por microorganismos dentro de una explotación
pecuaria.
Los agentes físicos son:
La luz solar, que posee
rayos ultravioleta de acción bactericida, desinfectante, limitada. Se considera
como un factor complementario en la desinfección de equipos.
El fuego y el calor que
se utilizan para calentar agua. Al implementar un plan de bioseguridad, el
objetivo será el de mantener a las aves lejos de los visitantes, las aves
silvestres, los insectos, los ratones y otros animales.
Con el mantenimiento del área lo
más limpia posible, se reducen drásticamente las oportunidades de un brote de
enfermedad; para ello es necesario realizar prácticas de desinfección con
formaldehído, ya sea fumigado o en aerosol. Hay que tener mucho cuidado cuando
se usa este producto pues es extremadamente tóxico y peligroso y, por lo tanto,
se deben tomar medidas preventivas, como el uso de un equipo de protección.
Antes de introducir un nuevo lote
de aves se debe:
Lavar el equipo con una solución de agua y formol al 10%.
Realizar una limpieza minuciosa en seco, con cepillo y escoba resistentes,
que comprenda el raspado, la barrida y el aseo total de pisos, paredes, mallas,
techos y vigas; elementos que recogen y acumulan gran cantidad de polvo,
telarañas y secreciones con una alta contaminación bacteriana. Se aconseja
hacerlo, tomando las precauciones del caso, con una solución de soda cáustica,
en una proporción de 1 libra por cada 10 galones de agua, a continuación, lavar todas estas superficies
con agua a presión y cepillos apropiados hasta dejarlas muy limpias.
Aplicar, ojalá varias veces, el desinfectante de elección preferiblemente
con fumigadora a alta presión y disuelto en agua caliente, cuando éste pueda
solubilizarse en agua.
En lo posible, flamear el galpón y algunos equipos.
Para eliminar las causas de estrés y mantener el galpón en
excelentes condiciones, de tal modo que las aves puedan crecer y producir
adecuadamente es necesario familiarizarse con las siguientes prácticas:
Desinfectar los
vehículos a la entrada de la granja y restringir el ingreso de visitantes.
Utilizar el color blanco en los muros, techo y
puertas de la instalación, ya que estimula la postura.
Colocar cascarilla de arroz o viruta con cal
en las bandejas de excrementos para poder utilizar mejor el abono.
Realizar una buena
limpieza de las bandejas que van debajo de las jaulas, mínimo cada tres días,
con el fin de evitar la acumulación de gases.
Efectuar las diferentes
labores a la misma hora, preferiblemente temprano en la mañana.
Cambiar el agua todos
los días y verificar que se mantenga fresca y limpia; desinfectar los
bebederos.
Controlar las
corrientes de aire.
Evitar la contaminación
de los alimentos.
Lavar bien, y si es
posible desinfectar, pisos y bandejas una vez por semana. Esto puede hacerse
lavándolos con una solución a base de yodo.
No permitir que
personas extrañas manipulen los animales.
Una medida de bioseguridad muy sencilla
es la separación de la nave de postura de las aves y el centro de clasificación
de los huevos mediante un pasillo con pediluvios o lavapatas en ambos extremos
y alejados de la zona de higiene del personal. En cuanto a la profilaxis para
las aves, no es posible realizarla más que a nivel del alimento balanceado, ya
que éste contiene un acidificante que reduce las posibilidades de contaminación
con Salmonella y coccidias, principales amenazas para este tipo de
producción. El agua de bebida debe clorarse periódicamente a través de
dosificación automática.
6.2. ENFERMEDADES
Aunque la codorniz es un animal
extremadamente resistente y a pesar de las altas concentraciones de animales
que se producen durante la cría, en casi todas las explotaciones son muy raras
las enfermedades. Pero se pueden presentar en cualquier momento brotes
producidos por coccidias, parásitos internos o externos o por virus.
Los principales problemas son:
Prolapsos.
Causados por dos razones
principales:
Acidosis en la cavidad
abdominal y el oviducto.
Huevos de tamaño
desproporcionado por adición de aminoácidos.
Canibalismo: con resultados altos en
mortalidad, causado por:
Condiciones de estrés.
Baja cantidad de
alimento.
Desbalance de
requerimientos en la dieta.
6.2.1. PARÁSITOS
INTERNOS
6.2.1.1. Enfermedades provocadas por
protozoos
6.2.1.1.1. ENTERITIS HEMORRÁGICA
Causada por la coccidia, afección
parasitaria provocada por el género eimeria que se manifiesta por una
infestación intestinal, en especial, del intestino delgado, los ciegos y el
intestino grueso. Se transmite de un ave a otra por medio del alimento y/o del
agua de bebida contaminados. Con el uso de coccidiostatos en el alimento
concentrado se logra producir una moderada infección, con lo cual las aves
adquieren inmunidad.
6.2.1.1.2. LA HISTOMONIASIS
La
histomoniasis (Cabeza negra) es una enfermedad, aguda o crónica, producida por
un protozoario, que afecta principalmente el ciego y el hígado. La enfermedad
está presente en todos los sitios donde se críen aves. Puede retardar el
crecimiento, producir mala utilización del alimento y muerte.
La
histomoniasis es causada por un parásito protozoario llamado Histomona
meleagridis. El agente sale con la materia fecal de las aves afectadas. En
muchos casos es expulsado dentro de los huevos de la lombriz cecal de los
pollos, pavos y aves de caza. Los protozoarios que viven libres no sobreviven
mucho tiempo, pero los que están en los huevos de la lombriz cecal pueden
sobrevivir por años. Por lo tanto, se considera que la transmisión es por
ingestión de huevos de lombriz cecal infectados. También puede ocurrir a través
de lombrices de tierra.
6.2.1.1.3. Micoplasmosis:
Asociada con la E. coli,
ocasiona baja postura y en casos graves se manifiesta con problemas
respiratorios que pueden causar la muerte.
6.2.1.1.4. Pullorosis:
Las enfermedades bacterianas más
comunes en animales jóvenes de codorniz con la aparición de una diarrea blanca
acompañada de convulsiones, cuyo agente patógeno es la Salmonella pulloru.
6.2.2. PARÁSITOS
EXTERNOS
Los parásitos que afectan
externamente el cuerpo de las aves, como ácaros, garrapatas, pulgas, chinches
mosquitos, entre otros, se alimentan principalmente de células muertas de la
piel y las plumas (como los piojos) o bien de la sangre que extraen de los
tejidos.
v Piojos:
Son los parásitos más comunes en
las aves. Si se encuentran liendres o piojos adultos en la instalación, se debe
atomizar todos los animales con malathión, a razón de 3-4 mL por litro de agua.
La aplicación debe realizarse con preferencia en horas de la noche y con un mínimo
de luz, cuando los animales estén en reposo o más tranquilos. Se recomienda entrar
al galpón con cuidado y comenzar la aplicación muy despacio, con el fin de no
asustar a las codornices con el ruido de la bomba aspersora.
Existen, sin embargo, diferentes
clases de enfermedades pero que en nuestro trópico no son muy frecuentes.
Algunas de las que se han estudiado en otros países las cuales son:
6.2.3. ENFERMEDADES INFECCIOSAS Y PARASITARIAS
Enfermedades provocadas por virus
6.2.3.1. LA PESTE AVIAR
Conocida
también como enfermedad de Newcastle, está ataca por igual a los animales
adultos y a los polluelos, esta aparece al quinto día de edad. Los animales
mueren bruscamente.
Cuando
se trata de animales adultos, se observa pérdida de apetito, suspensión de la
puesta, abatimiento, debilidad y fiebre elevada, acompañada de disnea y de
diarrea (verdosa), luego se observa algunos casos de edema en la cabeza y
región bucofaríngea; en la fase aguda presentan con frecuencia parálisis de las
extremidades, ataxia, ceguera y ataques más o menos convulsivos.
6.2.3.2. CORIZA CONTAGIOSO
Esta es una enfermedad del género Gallus causada por
Haemophilus paragallinarum. La bacteria necesita para su crecimiento de la
adición del ácido nicotín-adenín-dinucleótido (NAD), aunque se han descripto
cepas independientes en Sudáfrica que adquieren su independencia mediante un
plásmido transmisible por transformación. Los signos clínicos más comunes son
descarga nasal, hinchazón facial, lagrimeo, anorexia y diarrea.
6.2.3.3. VIRUELA
Es una de las enfermedades mas antiguas de las
aves de que se tenga noticias, afectando especies domesticas y silvestres de
cualquier edad y sexo.
La viruela es causada por un poxvirus que
causa lesiones citoplasmáticas características en el tejido epitelial afectado.
El virus se desarrolla bien en la membrana corio-alantoide de huevos
embrionados y en cultivo celular.
En la membrana corio-alantoide, prolifera
determinando el aparecimiento de lesiones focales y difusas, visibles al ojo
humano.
6.2.4. MICOSIS Y OTRAS AFECCIONES
6.2.4.1. ASPERGILOSIS
Conocida como micosis
respiratoria, la cual afecta los pulmones y los sacos respiratorios.
Los agentes del género Aspergillus
son mohos ubicuos, de distribución universal. Ampliamente diseminados en el
ambiente, están presentes en el suelo, aire, agua, plantas y materia orgánica
en descomposición.
La enfermedad se
produce como consecuencia de la inhalación de esporas contenidas en el aire,
por lo que los senos paranasales y los pulmones son los sitios en que asienta
primariamente la enfermedad con mayor frecuencia. También pueden invadir el
oido externo y la piel traumatizada. En inmunocompetentes pueden actuar
como un potente alergeno o colonizar bronquios o cavidades preexistentes, donde
luego se desarrollan. En el inmunocomprometido neutropénico la enfermedad suele
ser invasiva, diseminada, grave y muchas veces fatal.
6.2.4.2. CANDIDIOSIS
Conocida como micosis
digestiva, puede provocar una mortalidad importante entre los pollos de
codorniz.
Son afecciones cutáneas consecuencia de parasitación de “hongos”; estos
son vegetales que no efectúan el fenómeno de la fotosíntesis. Forman parte del
grupo de las enfermedades más frecuentes que afectan al hombre e incluso se
puede afirmar que prácticamente todos los hombres a lo largo de su vida la
padecerán alguna vez.
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