domingo, 6 de octubre de 2013

LABORES CULTURALES DEL CULTIVO DEL BANANO, Musa × paradisiaca.

 1.2.9. DESVÍO DEL PUYÓN O RACIMO.


Con la finalidad de proteger la fruta de cicatrices que se puedan generar por el roce de las hojas o por el contacto del racimo con el pseudo tallo se realiza el desvío del puyón o del racimo. El desvío del puyón consiste en mantener libre la dirección en la que normalmente se desarrolla el racimo, para lo cual se guía el crecimiento del puyón para evitar que éste, entre en contacto con el racimo. Fotografía N° 10.

El desvío de racimo se realiza cuando este tiene la posibilidad de estar en contacto con el pseudo tallo de la planta, debido al peso del mismo ó a factores climáticos, para lo cual se realiza el desvío del racimo de forma preventiva, evitando que se le generen cicatrices. Se hace sujetándolo por su parte apical entre la última mano y el dedo indicador con un nylon que se amarra a la planta más cercana. Fotografía N° 9.
Para realizar la labor del desvío del puyón o racimo primero se debe en lo posible desviar el racimo para generar menos estrés al puyón en su normal desarrollo y como última opción el puyón. En ocasiones se desvía el racimo y pasadas varias semanas se hace necesario también desviar el puyón. 




1.2.10.    CONTROL DE MALEZAS CULTIVO DE BANANO.

Debido a la competencia que generan las arvenses con el cultivo por luz solar, agua, nutrientes, además de ser hospederos de enfermedades y plagas como áfidos, virus (“Moko”) se hace necesario eliminarlas de forma manual, mecánica o química[15].    

El control de las malezas en las fincas se realiza de forma química “por medio de bombas de espalda y de acuerdo con las instrucciones y recomendaciones para la aplicación de los diferentes productos”[16] a través de ciclos de aplicación los cuales se realizan cada 9 semanas durante todo el año por lotes del cultivo. Fotografía N° 11.
 
Para realizar la labor se debe previamente evaluar la clase de malezas y su altura para aplicar el aplicar el producto correcto, utilizando las dosis recomendadas y con las boquillas apropiadas. En la ejecución de la actividad no se debe de aplicar el herbicida sobre coberturas vegetales, cubriendo toda el área asignada para evitar aplicaciones parciales. 






1.2.11.    MANTENIMIENTO DE DRENAJES EN PLANTACIONES DE BANANO.

De acuerdo con Rosales, Belalcázar, Pocasangre, 2004[17];  la planta de banano requiere de un suministro permanente y adecuado de agua para un normal crecimiento y desarrollo, ya que a pesar de que sus tejidos poseen un alto contenido de agua no resiste inundaciones por periodos prolongados. Para lo cual se hace necesario “crear un medio ideal para el desarrollo de la planta mediante la evacuación oportuna y eficiente de los excesos de agua en la plantación con el fin de permitir un nivel freático (de 1.2 metros) adecuado y evitar encharcamientos, permitiendo el buen desarrollo del cultivo”[18].

Para mantener en el tiempo funcionales los drenaje es necesario anualmente realizarles mantenimiento antes o después de las épocas de lluvia, el cual tiene por objetivo “recuperar las especificaciones iníciales de los drenajes, evacuar eficientemente el exceso de agua superficiales, disminuir el nivel freático a profundidades adecuadas y facilitar la conducción del agua fuera de la plantación a través de la red de drenajes terciarios, segundarios y primarios; mediante las labores de limpieza, recava manual y recava con retroexcavadora”[19].

Se realiza el mantenimiento de forma manual, en el que se incluye la limpieza de la maleza en la base del canal, “se retira el lodo, el sedimento y los derrumbes para llevar el canal a las especificaciones requeridas de profundidad, base, boca, talud y corte”[20]




1.2.12.    DESMACHE EN PLANTACIONES DE BANANO.

Es una de las actividades de mayor importancia dentro del cultivo ya que define la productividad por hectárea, teniendo en cuenta factores como el número de plantas, las distancias de siembra, las variedades cultivadas y la clase de suelos.

“La labor de desmache tiene por objetivo garantizar en cada unidad de producción la secuencia de madre e hija para obtener una producción constante”[21] con plantas sanas, de buen vigor y excelente desarrollo para alcanzar un buen peso el racimo. Fotografía N° 12.



Ésta actividad se realiza cada 9 semanas durante el año en cada lote cultivado. La selección de los hijos se puede hacer de diferentes formas, de acuerdo a las instrucciones recomendadas por la empresa; para las plantaciones con un desarrollo normal, con hijos de buen vigor y con el espacio para una orientación correcta se puede seleccionar un puyón por planta eliminando el resto, cuando está próxima a florecer ó floreció, teniendo en cuenta que son varios los ciclos que se han realizado para llegar a ésta etapa de hacer la selección definitiva. También es posible seleccionar dos puyones por planta, que presenten buen vigor, sean iguales en altura y opuestos alrededor de la planta con el espacio para su desarrollo. “La correcta selección de los puyones se hace eligiendo aquellos que se encuentran alrededor del cormo que se desarrolla a partir de yemas”[22].  Además del número de hijo que es posible dejar por madre hay varia formas de realizar el desmache cuando se elije un solo puyón, son: “El tradicional el cual tienen en cuenta el espacio sin importar la dirección del puyón y se hace eligiendo el puyón de coronas inferiores. El lineal; tiene en cuenta el espacio y la dirección” J. AEspinosa. (Comunicación personal, 29 Mayo 2013). El circular con el que se intenta hacer girar la unidad de producción sobre el mismo lugar en el cual se inició la primera generación. El unidireccional, tiene por objetivo hacer que todos los puyones elegidos tengan una misma dirección en el cultivo.

La labor se realiza con la herramienta llamada palín; permite cortar los puyones y rebrotes en cada unidad de producción eliminando el punto de crecimiento.

Una nueva metodología para realizar el desmache consiste en realizar tempranamente la eliminación de los hijos con el fin de obtener yemas superficiales antes que la planta presente floración y con ello obtener un buen retorno teniendo en cuenta el espacio. J. AEspinosa. (Comunicación personal, 29 Mayo 2013).


1.2.13.    FERTILIZACIÓN EN PLANTACIONES DE BANANO.

Los suelos proveen a las plantas los minerales para su proceso fotosintético parcialmente debido a que no suplen todos requerimientos nutricionales del cultivo. “La fertilización es una de las actividades de mayor importancia porque contribuye a una buena nutrición para obtener racimos de buen peso y buena calidad”[23].
   
“Para la formulación de un programa de fertilización se requiere realizar un muestreo y análisis de suelos y foliares”[24]; los cuales permiten determinar con exactitud cuáles son las deficiencias que presenta el suelo.


“La aplicación de los fertilizantes recomendados por los análisis de suelos y foliares se realiza cuando el suelo tiene capacidad de campo, buen control de malezas y un desmache previo”[26].  La aplicación se realiza con una medida previamente establecida para cada planta alrededor del hijo en sucesión (puyón) a una distancia de 30 cm en semicírculo. Se debe de evitar aplicar el fertilizante sobre material vegetal, para lo cual es necesario limpiar el área alrededor de la planta donde se depositará, en cada una de las plantas del lote.






[1]  Rosales Franklin E., Belalcázar C. Sylvio., Pocasangre Luis E. Producción y Comercialización de Banano Orgánico en la región del Alto Beni. Manual práctico para productores. 2004. [22 de Abril de 2013]. Disponible en Internet <http://www.bioversityinternational.org/fileadmin/bioversity/publications/pdfs/1098_Producci%C3%B3n_y_comercializaci%C3%B3n_de_banano_org%C3%A1nico_en_la_Regi%C3%B3n_del_Alto_Beni_Manual_pr%C3%A1ctico_para_productores.pdf?cache=1360622649>

[2] Moreno M. Jorge M., Blanco U. Cristian., Mendoza T. Ricardo J. Buenas prácticas agrícolas en el cultivo del banano en la región del magdalena. “Reducción del Escurrimiento de plaguicidas al mar caribe”. Augura. Medellín. 2009. [23 de Abril de 2013]. Disponible en Internet <http://cep.unep.org/repcar/proyectos-demostrativos/colombia-1/publicaciones-colombia/cartilla-banano-definitiva.pdf>

[3] Rosales Franklin E., Belalcázar C. Sylvio., Pocasangre Luis E. Op. Cit,. Pág. 39.

[4] Banacol. 2013.  [28 de Abril de 2013]. Disponible en Internet <http://www.banacol.com/flipbooks/ProductosPlasticos/>
[5] Rosales Franklin E., Belalcázar C. Sylvio., Pocasangre Luis E. Op. Cit,. Pág. 40.

[6]Banacol. 2013.  [28 de Abril de 2013]. Disponible en Internet <http://www.banacol.com/flipbooks/ProductosPlasticos/>
[7] Aboboreira N. Manoel. Principales labores del cultivo de banano. 1994. [22 de Abril de 2013]. Disponible en Internet http://usi.earth.ac.cr/glas/sp/90013518.pdf

[8] Ibid.
[9] Banacol. 2013.  [28 de Abril de 2013]. Disponible en Internet <http://www.banacol.com/flipbooks/ProductosPlasticos/>
[10] Vargas C. Alfonso. Grosor del fruto de la última y segunda mano como criterio de cosecha en banano. [05 de Mayo de 2013]. Disponible en Internet <http://www.scielo.sa.cr/scielo.php?pid=S1659-13212012000100005&script=sci_arttext>
[11] Ibid.

[12] Ibid.
[13] Quiroz. C. José. Efecto del desbellote y eliminación de manos, en el rendimiento y calidad del banano orito (Musa acuminata AA) en la zona de cumandá.  Ecuador. 2007. [22 de Abril de 2013]. Disponible en Internet <http://books.google.com.co/books?id=Zn8zAQAAMAAJ&pg=PA14&dq=desflore++en+banano&hl=es-419&sa=X&ei=U658UZfyOa3r0QHom4CAAQ&ved=0CD0Q6AEwAw#v=onepage&q=desflore%20%20en%20banano&f=false>
[14] Ibid.
[15] Rosales Franklin E., Belalcázar C. Sylvio., Pocasangre Luis E. Op. Cit,. Pág. 18.

[16] AUGURA. Asociación de bananeros de Colombia. Manual de Labores en Fincas Bananeras. Medellín. 1997. Pág. 28.

[17] Rosales Franklin E., Belalcázar C. Sylvio., Pocasangre Luis E. Op. Cit,. Pág. 11.

[18] AUGURA. Op. Cit,. Pág. 28.

[19] Ibíd., Pág. 31.

[20] Ibíd., Pág. 33.
[21] ANACAFE. Op. Cit,. Pág. 13.
[22] Ibíd., Pág. 13.
[23] AUGURA. Op. Cit,. Pág. 24.

[24] ANACAFÉ. Op. Cit,. Pág. 13.
[25] AUGURA. Op. Cit,. Pág. 24.

[26] AUGURA. Op. Cit,. Pág. 26.


  


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